Palacio Gran Vía Royal Hideaway Hotel: el hotel boutique de Granada con más historia
Esta belleza arquitectónica de principios del siglo XX ha sido rehabilitada manteniendo su estilo modernista y los elementos originales de la emblemática Banca Rodríguez Acosta.
En pleno centro de Granada, allí donde la Gran Sultana encuentra sus raíces, se ubica Palacio Gran Vía, a Royal Hideaway Hotel. Un edificio rodeado de la Catedral de Granada, La Alhmabra y situado en la principal arteria comercial de la ciudad, la Gran Vía de Colón.
El edificio se encuentra en la emblemática sede de la Banca Rodríguez Acosta que data de 1905 y fue proyectada por el arquitecto Juan Montserrat Vergés. Considerado un exponente del modernismo granadino, es hoy uno de los edificios más icónicos de la ciudad convertido en el hotel boutique 5*GL de Granada con más historia.
Rincones que cuentan historias
La rehabilitación de Palacio Gran Vía, a Royal Hideaway Hotel es obra del reconocido arquitecto granadino Carlos Quintanilla. Tras un minucioso proyecto de restauración el proyecto ha recuperado elementos originales de gran valor como artesanados des estilo neomudéjar, suelos, frescos, ornatos modernistas, o incluso las cajas fuertes originales del banco, de manufactura inglesa.
Dormir como un noble del siglo XX
Su diseño e interiorismo respeta todas las características de ornato, adaptando el concepto del edificio original y recuperando los códigos de la elegancia de principios del siglo XX. Nada más entrar, se puede deleitar su trabajado techo neo mudéjar, sus puertas en madera con tiradores de bronce modernistas, suelos de teselas y toda una fachada interior tallada en madera de lo que fueron las ventanillas de los cajeros del banco.
Las habitaciones homenajean a los jardines de la Alhambra
Adentrándonos en su interior, este hotel es una oda al bienestar compuesta por 38 habitaciones y suites elegantes y luminosas. En ellas se incorporan tejidos en tonos cálidos y terrosos, y piezas de madera natural que intensifican la sensación de bienestar. Todo ello conjuga armónicamente un sello personal de elegancia y de influencia francesa aderezado con toques clásicos, castellanos y guiños de arquitectura andaluza. Todas las habitaciones están categorizadas por nombres de flores que homenajean a los majestuosos jardines de la bella Alhambra.
En el epicentro de la cultura
El emblemático edificio de corte clasicista se construyó coincidiendo con la apertura de la Gran Vía de Colón, un hecho que cambió de manera notable su urbanismo y para el que se tomó como inspiración el diseño arquitectónico que imperaban por entonces en las grandes capitales europeas. Hoy Palacio Gran Vía, a Royal Hideaway Hotel sigue destacando por su localización excepcional al lado de la Catedral de Granada, obra cumbre del Renacimiento español, y del conjunto declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO formado por la Alhambra, los jardines del Generalife y el Albaicín.
Alta cocina granadina
El restaurante del hotel, El Patio recupera el recetario mediterráneo a través de técnicas de la alta gastronomía y matices de cocina internacional. Un homenaje al producto andaluz y a la cocina de ida y vuelta que inspira en cada bocado. Todo ello entre columnas, frisos y vidrieras de estilo neoclásicos.
En su cafetería de diseño clásico La Sucursal se puede disfrutar de exquisitos desayunos tardíos, meriendas y snacks, así como brunch a la carta y afternoon tea todos los días. La carta de La Sucursal incluye, además, una cuidada selección de tés artesanales con los que rinde homenaje a la rica cultura del té presente en cada rincón del barrio del Albaicín.
Destaca, además, su espectacular rooftop bar Miralba para disfrutar de una selecta carta de cócteles y vinos con vistas panorámicas a La Alhambra y a la Catedral de Granada que auguran tardes y noches el mejor de los ambientes.
Un templo del bienestar
Palacio Gran Vía, a Royal Hideaway ofrece a sus huéspedes diferentes momentos de cuidado y bienestar en su hammam con baño turco, en el que destaca su bóveda de ladrillos original del edificio, una terraza con solárium con relajantes vistas a la catedral y un gimnasio equipado con la última tecnología. Todo este portafolio lo reafirma como un establecimiento único, vinculado al arte y la cultura, con un espíritu que aúna lo clásico con lo actual, reflejando lo más extraordinario de Granada. Así, se ha convertido en lugar de peregrinaje no solo para todos los amantes de la historia y el diseño que buscan un lugar especial y único en el que alojarse, sino también para los locales que disfrutan conociendo su historia y viendo todas las joyas que alberga el edificio.