Yoga y arte se unen en Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel
La esencia cultural del hotel es el ingrediente perfecto para una escapada donde prima la relajación
Cada vez es más usual que la práctica del yoga y otras técnicas milenarias se vea complementada con actividades que, de igual manera, animan a tener otra mirada del mundo. Un ejemplo de ello es el arte. De hecho, ya son numerosas las galerías que abren sus puertas para acoger a yoguis. Y es que, hablar de yoga y arte es hablar de diferentes actividades con un mismo fin: liberar la mente y reconectar con uno mismo.
La clave para una vida con altas dosis de salud y serenidad pasa por sentirse bien por dentro y por fuera. De ahí que Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel sea un lugar que potencia el bienestar físico y mental gracias a sus lujosas instalaciones y espacios históricos, así como las numerosas obras de arte que albergan sus muros.
Un destino yogui
El hotel es el máximo exponente de la arquitectura canaria gracias a un proyecto de restauración de sus obras de arte en el que se ha incluido el tratamiento de lienzos del s. XIX y un conjunto de piezas de mural, obra del reconocido pintor canario Fernando Álamo, que rinden homenaje a las raíces canarias.
Por este motivo y por ser el punto de unión de algunas de las personalidades más importantes del S. XX y XXI, nacionales e internacionales, que han dejado huella de su cultura,Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel ha merecido el reconocimiento de prestigiosos premios como los World Luxury Hotel Awards en categorías que destacan la historia, el valor cultural y la tradición de los hoteles dentro del destino. Así se resuelve su inevitable calidad y exclusividad como parte de una filosofía orientada al huésped, con el objetivo de que este se sienta en completa armonía consigo mismo y pueda incentivar los beneficios de prácticas milenarias como el yoga, rodeándose del arte y la cultura que tienen como esencia el hotel.